"Hubo un tiempo en que yo rechazaba a mi prójimo si su religión no era la mía. Ahora, mi corazón se ha convertido en el receptáculo de todas las formas: es pradera de las gacelas y claustro de monjes cristianos, templo de ídolos y kaaba de peregrinos, Tablas de la Ley y Pliegos del Corán, porque profeso la religión del Amor y voy a donde quiera que vaya su cabalgadura, pues el Amor es mi credo y mi fe."
Ibn' Arabi (1165-1240)
sábado, 27 de octubre de 2007
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